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Planetes (2003): Reseña del anime de la semana

Por si faltasen animes de buena calidad, una adaptación del maga homónimo de Makoto Yukimura, nos demuestra los grande y especial que el anime puede ser y esta obra de ciencia ficción dura, nos muestra los alcances de una industria que se aleja cada vez más de estos formatos largos.

La típica historia de una tripulación buena para nada de una nave al estilo Cowboy Bebop que nos narra entre comedia y temas serios, la conquista espacial que se ha convertido en una versión masiva del corporativismo más salvaje y despiadado.

La tripulación de la Toybox se dedica a la recolección de desecho espacial que en el futuro y actualmente, se ha vuelto la principal causa de peligros para el viaje espacial.

Iniciamos con un avión de órbita espacial baja que es alcanzado por un tornillo que mata a los pasajeros y eso genera una industria centrada en la recolección  de la basura espacial.

Ai Tanabe, inicialmente la protagonista de la historia, es una nueva integrante de la sección de fragmentos espaciales -Debris Section, conocida despectivamente como La Semi -esos apodos ridículos japoneses. Ella entra con el sueño espacial, para su desagradable sorpresa, llega a la cola del mundo, en la peor tripulación y división de la corporación Technora.
Cuando comienza, Ai realmente le dan un buen ritmo a la narración que pierde con Hachimaki.
Hachirota Hoshino, alias Hachimaki, se convierte en su mentor y principal interés romántico, quien le enseña el oficio del recolector de desechos en una era que ya perdió el glamour por el viaje espacial, cuyo sueño es comprarse un día una nave espacial propia, pese a que nunca hace un intento serio para lograr su sueño.
El romance en Planetes no se sacrifica por una historia estóica, se desarrolla a su propio ritmo.
Conspiraciones, contrabandista, terrorismo y pasados turbios son el día a día de la tripulación, que como pasa en Cowboy Bebop, tienen sus propias motivaciones para llegar al lugar que ocupan, desde una capitana adicta al tabaco, un segundo oficial que busca un recuerdo de su esposa, una misteriosa secretaria, los ridículos jefes de la sección y un piloto con aspiraciones demasiado grandes para sus zapatos.
La historia se desarrolla en el espacio o entre las personas de la estación 7.
En el fondo de todo, la creciente lucha de una organización terrorista que pelea por detener el viaje al espacio que considera la causa de todos los males en los países pobres que conforman las tripulaciones de la Technora cuyo último objetivo es un viaje tripulado a Júpiter.
Cada persona tiene un sueño y un conflicto y las consecuencias para los que les rodean.
Uno de los grandes puntos de este anime es la construcción rica y detallada de los personajes y sus relaciones, no sientes tanto el cliché que todos estamos relacionados, vemos el tornillo que acaba con la mujer de uno de los tripulantes de la Toybox como parte de la metáfora de que en el espacio no hay fronteras y que todo está relacionado sin una idea preconcebida de bien o de mal, el lugar donde encontraremos un nuevo significado a ser humano, que hace insignificante las peleas internas de personas que solo ven lo que tienen debajo de sus pies.
La historia de Claire no se explica mucho, es un símil de lo que le ocurre a Hashimaki.
Los terroristas viven culpando a los países ricos de mantenerles pobres y desea detener al exploración espacial porque piensan que esta no es más que una manera de enriquecer a unos cuantos, sin embargo a pesar de ello la transformación de la humanidad no puede detenerse.
La narración se desarrolla en relación a la chatarra espacial.
Es un análisis a fondo del significado del viaje espacial, qué tipo de personas son las que podrían ir a tal lugar y cómo cambiarían con el paso de los años.
Unos solo lo hacen por su pasado, otros por su futuro, muchos tantos, por sus obsesiones.
La tripulación de la Toybox es una parte importante de la trama, pero no hay un compromiso por mantener a la tripulación junta, esta cambia y se separa, esto tiene sus beneficios, pero igual sus problemas al dispersar demasiado la historia, para luego centrarla en un único protagonista que se siente pesado.
No es una historia que busque ser alegre, pero tiene sus momentos.
 26 episodios magistralmente dirigidos en ambientes de micro-gravedad. Goro Taniguchi hace una verdadera obre de arte del anime en la dirección, destacando las escenas de ingravidez y diversos conceptos de ciencia ficción anteriores a las tablets y las pantallas táctiles, donde se usan libros impresos y las naves son más de teclados grandes, llenos de cables.
Todos los personajes tienen un trasfondo, algunos ni te los imaginas.
Hachimaki, hace un viraje al lado oscuro que ocupa casi el tercio final de la serie que en el manga continua hasta el final de la llegada a Júpiter, vemos que es un personaje que evoluciona bastante, pese a dejarte la sensación de que exageraron demasiado o no se siente tan sólida su diatriba.
Hashimaki tiene el mayor desarrollo, pero es reiterativo, aunque es compartido por otros.
Si buscabas una historia que haga del Síndome de Kessler su eje principal -antes que Gravity, esta historia sobre las peripecias de chatarreros espaciales, será para ti. No es una obra cumbre del anime o de la animación, pero es lo más aproximado que podrás tener.
Es un dedo pulgar, es solo que con estos guantes.. no hay manera.
Calificación: 9/10
Hice un mejor artículo, por desgracia Blogger no me lo guardó, esto adorna un día que a mi parecer fue pésimo.


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